Por: Fernando Candeias
Sin querer mi mente se remontó a la historia y con sólo verte sonreir, una vez mas, en un estadio de fútbol, fuí feliz.
Inevitablemente me remonté a los potreros de Villa Fiorito, se me vino a la cabeza esa imagen de un pibito inocente y guapo que anhelaba jugar un mundial. Me apabulló el blanco y negro de las imagenes. Tu voz quedó retumbando en mi mente y aquí estoy.
Siento que Dios quizó que 1960 sea el año de quiebre en una sociedad que esperaba un ídolo, pero sin prisa. El 30 de octubre te tiró a la vida simplemente para jugar, para que te diviertas y para que seas un ladrón de sonrisas. Lo conseguiste.El tiempo te dió la razón y fuiste tan pícaro que le robaste dos letras para transformarlas en números (D10S)... Simplemente una mención para tu historia que se escribe día a día en la mente de los nostálgicos que te recuerdan como el más grande, como Pelusa.
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