Vengo

Por: Fernando Candeias

Vengo en tus pensamientos a buscar ese mundo que me prometiste. Abro la puerta de tu habitación y paso sin golpear. Me detengo en tu mirada y, por tus ojos, llego a tu corazón. Hago una escala para decirte que me gustaría intentarlo y esa hadita que cuelga de tu ventana parece ser la única testigo presencial.

Me detengo de nuevo en tu mirada, con un solo haz, tenue, de luz... y pretendo encontrar, sin que me lo digas, esos sentimientos que rebotan y rebotan.
Me entrego a tus brazos y nos transformamos en un único ser que en la soledad de una noche estrellada empieza a escribir un prólogo.

Sigo caminando por esa ruta que me pusiste en el camino, esta llena de carteles indicadores... los respeto, los veo, ¡le hago luces, se iluminan! sonrío y me dispongo a soñar...

Hundo mi cabeza en tu almohada, me refugió en los blancos de tu colcha y sigo respirando esa fragancia de tu cuerpo. Ese olor a coco inconfundible que se cae del placard y que atajo con mis sentidos. Todo forma una pequeña atmósfera, un lugar, un ambiente, una imagen, una escenografía, una página, una perspectiva...

Y... aquí estoy, vine por ese mundo que usted misma me prometió.