Desde 1932 hasta 2008, River consiguió 33 títulos locales, lo que lo enmarca como el equipo más ganador del fútbol argentino: Copa Campeonato (1936), Metro, Nacional, Apertura y Clausura. El último título fue el del Clausura 2008 con Simeone como técnico, esa campaña arrojó: 13 triunfos, 4 empates y 2 derrotas (Rosario Central y Boca), con 29 goles a favor y 13 en contra.
La última posición en el Torneo Apertura Cablevisión 2008 fue una de las frustraciones más recordadas para el hincha millonario: 2 triunfos, 8 empates y 9 derrotas; 20 goles a favor y 29 en contra sintetizaron un campeonato para el olvido.
”Porque a River lo quiero, lo vengo a alentar… En las buenas, y en las malas mucho más…”. Ante la adversidad, los hinchas no se resignaron. A la fecha 19° se llegó con 187.588 tickets vendidos (148.982 populares y 38.606 plateas), unos pocos menos que en el Clausura 2008 cuando el equipo dirigido, en aquel entonces, por Cholo Simeone fue campeón.
Por primera vez en 108 años, River dejó impreso en los diarios su última posición en el torneo. Nacional de Paraguay lo goleó 4 a 2 en Asunción y lo dejó afuera de la Copa Libertadores una fecha antes de que terminara el grupo. Algo parecido ocurrió con Passarella en 2007. En 2008 el equipo de “Cholo” Simeone se quedó en el camino en los cuartos de final de la Copa Sudamericana frente al Chivas de Guadalajara y hace unas semanas pasó lo mismo con Lanús por la fase preliminar del mismo torneo.
Muchos de sus hinchas responsabilizan a la Comisión directiva por los magros resultados que se vienen dando y por los “cachetazos” constantes de un equipo sin identidad y con poca estirpe millonaria. Todos los cañones apuntan a un mismo lugar: José María Aguilar.
En las elecciones de 2001 el actual Presidente de River apeló a la honestidad, el conocimiento, la preparación, la seriedad, la creatividad, la coherencia, la confiabilidad y el apoyo. Cada propuesta tuvo un apartado especial en el “Proyecto Aguilar”. Entre 2001 y 2008, River incorporó a 92 futbolistas: Jersson González, Martín Del Campo, Cristian Alvarez, Marcelo Salas, Juan Toja, Jairo Patiño, Lucho González, “Chori” Domínguez, “Tecla” Farías y Fernando Belluschi entre otros; hubo aciertos y errores.
En noviembre de 2006 el israelí Pinhas Zahavi hizo un negocio redondo, compró a Gonzalo Higuaín y lo vendió al Real Madrid lo que implicó dos millones y medio de dólares en noventa días. Ese año River tuvo profundas dificultades económicas y financieras. Cuando se fue Astrada, en agosto de 2005, River se quedó con un plantel de poca cotización internacional; ahí surgió el negocio con el Locarno, aunque José María Aguilar sostiene que con el club suizo no han tratado: “Tratamos con un grupo económico que está encabezado por el israelí Pinhas Zahavi”. Ese trató incluyó: distintos porcentajes correspondientes a los pases de Gonzalo Higuaín, Fernando Belluschi, Augusto Fernández, Mateo Musacchio y Juan Antonio a cambio de 13 millones de dólares. Se firmó el 29 de agosto de 2006. De acuerdo a una nota publicada en el diario Página 12 el 19 de agosto de 2007 y firmada por el periodista Gustavo Veiga: “Hubo un convenio de trece carillas y veintidós cláusulas en el que River y el club Locarno de Suiza formalizaron una típica operación de triangulación. Según una nota, que todo indica fue a parar al cesto de basura y que le envió la Agrupación Cuerpo y Alma Riverplatense (CAR) al presidente Aguilar y a la Comisión Fiscalizadora del club, el convenio ‘podría ser considerado leonino’ porque River se ha hecho cargo de todos los impuestos, aportes y gastos que genere el contrato y, además, se obligó a mantener indemne al Locarno de toda pérdida, costo o reclamo que ese club tenga que efectuar para satisfacer o cancelar impuestos y gastos emergentes de cualquier operación relacionada con los jugadores involucrados”. La nota también recuerda un convenio firmado entre River y TyC Sports hace 10 años (agosto de 1999). Por abonar 7.000.000 de dólares en siete cuotas de un millón hasta el 30 de junio de 2005, la productora obtuvo el derecho de explotar en forma exclusiva la página oficial de River en Internet. Así, las cuentas arrojaron superávit cuatro días antes de finalizar el ejercicio.
Queda claro que las malas gestiones, a lo largo del tiempo, terminan resumiéndose en un presente oscuro con logros esporádicos y fugaces, sin proyección a largo plazo y con muchas dudas. River es un claro ejemplo.
La última posición en el Torneo Apertura Cablevisión 2008 fue una de las frustraciones más recordadas para el hincha millonario: 2 triunfos, 8 empates y 9 derrotas; 20 goles a favor y 29 en contra sintetizaron un campeonato para el olvido.
”Porque a River lo quiero, lo vengo a alentar… En las buenas, y en las malas mucho más…”. Ante la adversidad, los hinchas no se resignaron. A la fecha 19° se llegó con 187.588 tickets vendidos (148.982 populares y 38.606 plateas), unos pocos menos que en el Clausura 2008 cuando el equipo dirigido, en aquel entonces, por Cholo Simeone fue campeón.
Por primera vez en 108 años, River dejó impreso en los diarios su última posición en el torneo. Nacional de Paraguay lo goleó 4 a 2 en Asunción y lo dejó afuera de la Copa Libertadores una fecha antes de que terminara el grupo. Algo parecido ocurrió con Passarella en 2007. En 2008 el equipo de “Cholo” Simeone se quedó en el camino en los cuartos de final de la Copa Sudamericana frente al Chivas de Guadalajara y hace unas semanas pasó lo mismo con Lanús por la fase preliminar del mismo torneo.
Muchos de sus hinchas responsabilizan a la Comisión directiva por los magros resultados que se vienen dando y por los “cachetazos” constantes de un equipo sin identidad y con poca estirpe millonaria. Todos los cañones apuntan a un mismo lugar: José María Aguilar.
En las elecciones de 2001 el actual Presidente de River apeló a la honestidad, el conocimiento, la preparación, la seriedad, la creatividad, la coherencia, la confiabilidad y el apoyo. Cada propuesta tuvo un apartado especial en el “Proyecto Aguilar”. Entre 2001 y 2008, River incorporó a 92 futbolistas: Jersson González, Martín Del Campo, Cristian Alvarez, Marcelo Salas, Juan Toja, Jairo Patiño, Lucho González, “Chori” Domínguez, “Tecla” Farías y Fernando Belluschi entre otros; hubo aciertos y errores.
En noviembre de 2006 el israelí Pinhas Zahavi hizo un negocio redondo, compró a Gonzalo Higuaín y lo vendió al Real Madrid lo que implicó dos millones y medio de dólares en noventa días. Ese año River tuvo profundas dificultades económicas y financieras. Cuando se fue Astrada, en agosto de 2005, River se quedó con un plantel de poca cotización internacional; ahí surgió el negocio con el Locarno, aunque José María Aguilar sostiene que con el club suizo no han tratado: “Tratamos con un grupo económico que está encabezado por el israelí Pinhas Zahavi”. Ese trató incluyó: distintos porcentajes correspondientes a los pases de Gonzalo Higuaín, Fernando Belluschi, Augusto Fernández, Mateo Musacchio y Juan Antonio a cambio de 13 millones de dólares. Se firmó el 29 de agosto de 2006. De acuerdo a una nota publicada en el diario Página 12 el 19 de agosto de 2007 y firmada por el periodista Gustavo Veiga: “Hubo un convenio de trece carillas y veintidós cláusulas en el que River y el club Locarno de Suiza formalizaron una típica operación de triangulación. Según una nota, que todo indica fue a parar al cesto de basura y que le envió la Agrupación Cuerpo y Alma Riverplatense (CAR) al presidente Aguilar y a la Comisión Fiscalizadora del club, el convenio ‘podría ser considerado leonino’ porque River se ha hecho cargo de todos los impuestos, aportes y gastos que genere el contrato y, además, se obligó a mantener indemne al Locarno de toda pérdida, costo o reclamo que ese club tenga que efectuar para satisfacer o cancelar impuestos y gastos emergentes de cualquier operación relacionada con los jugadores involucrados”. La nota también recuerda un convenio firmado entre River y TyC Sports hace 10 años (agosto de 1999). Por abonar 7.000.000 de dólares en siete cuotas de un millón hasta el 30 de junio de 2005, la productora obtuvo el derecho de explotar en forma exclusiva la página oficial de River en Internet. Así, las cuentas arrojaron superávit cuatro días antes de finalizar el ejercicio.
Queda claro que las malas gestiones, a lo largo del tiempo, terminan resumiéndose en un presente oscuro con logros esporádicos y fugaces, sin proyección a largo plazo y con muchas dudas. River es un claro ejemplo.
0 Comentarios:
Publicar un comentario