Como cosa del destino, más causalidad que casualidad, el paso del tiempo quiso que él mismo se convirtiera en una de “las voces” de la radio, como aquellas que tanto añoró Norberto Palese durante muchos años.
Fue su vocación, su perseverancia y, por supuesto, su calidad profesional, lo que le permitió a “Cacho” Fontana, nacido el 23 de abril de 1932, convertirse en un referente en la Argentina. Con apenas 15 años, y con un sueño a cuestas, aceptó la invitación que por aquellos años realizaban la mayoría de las emisoras a los oyentes a presenciar los programas, allí tuvo su contacto con lo que luego sería su segundo hogar, La Radio.
Merced a un contacto que le facilitó Teresa, una mujer a la que conoce en su trabajo, accedió a una entrevista con Julio César Barton, por entonces relator de las novelas de Radio El Mundo. La mesa de entradas de la emisora fue el escenario del encuentro. Tras la prueba con el jefe de locutores, quedó seleccionado, pero como 5º suplente... allí llegó la primera oportunidad un mediodía, en el clásico programa “El Relámpago”, cuando debió suplir a su animador, Jaime Font Saravia. Ese sería, luego, su primer trabajo radial y con el que nació su pseudónimo. El motivo: “Gracias por la oportunidad para ‘Cacho’”, le dijo su mamá Nieves a Miguel Coronatto Paz, el autor de “El Relámpago”, quien inmediatamente lo incorporó a Palese, quien para ese momento ya había decidido ser Fontana.
Tras cinco temporadas realizando suplencias, en noviembre de 1955, a sus 23 años, lo nombraron en el plantel estable de Radio El Mundo, como locutor por la mañana. Sin embargo, allí no se detuvo su marcha y fue por más. Le compró a la emisora el espacio de 10 a 11 para crear “Fontana Show” con María Esther Vignola y Rina Morán como locutoras-animadoras. Esa aventura fue cobrando protagonismo hasta convertirse en un éxito rotundo, que lo hizo perdurar durante 16 años.
En 1967 se produce un quiebre en su carrera, cuando se aleja de Radio El Mundo para pasar a ser parte del staff de Radio Rivadavia, en la que había debutado un años antes, invitado por José María Muñoz para formar parte de un trío junto a Enzo Ardigó, en la transmisión del Campeonato Mundial de Fútbol de Inglaterra. A partir de allí, “Cacho” colaboró con Muñoz en las transmisiones deportivas de Rivadavia. En 1968, participó como locutor comercial desde Tokio, en la inolvidable conquista del título mundial de Nicolino Locche. Y también en las peleas por el título de Carlos Monzón. Y en la pelea de Bonavena y Cassius Clay.
En diciembre de 1973, tras exitosos años al frente de “Fontana Show” en el 630 del dial, abandonó Radio Rivadavia para radicarse en España, al ser contratado por la Cadena Ser, para poner en el aire un ciclo similar en las mañanas.
Ya de regreso en el país, ya con la incorporación de la televisión color, participó de la transmisión del Mundial de Fútbol en nuestro país, por Argentina Televisora Color (ATC), Canal 7.
En 1983 Radio Argentina le propuso otro desafío. Una nueva licencia de explotación adjudicada por el Estado le otorgó al grupo Radio Familia la responsabilidad de la nueva emisora. Y Fontana asumió la conducción artística de la propuesta. En marzo de 1984 se incorporó al plantel de Radio Nacional, asumiendo la conducción y producción del ciclo “Fontana Nacional”. Dos años más tarde, Fontana regresó a Radio Rivadavia con “Sexta Edición”, en el horario de 16,30 a 19,30, completando una cartelera con Héctor Larrea, Antonio Carrizo y José María Muñoz. Luego, entre 1992 y 1993 el programa se trasladó a Radio Nacional, siendo este, su último programa hasta la actualidad.
La extensa trayectoria, en la que también incluyó participación en el cine como intérprete en “Expertos en pinchazos” (1979) y en “Pobre mariposa” (1986), le permitió recibir numerosos premios nacionales e internacionales, entre los que se cuentan 14 Martín Fierro (más 1 a la trayectoria) otorgados por APTRA, y el primer premio Ondas de España.
Fragmento del Fontana show
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