Sé muy bien por lo que estás pasando. Algo similiar me sucedió a mí. Y sin embargo, a 86 días de ese horrible accidente te escribo desde la clínica Fleni, en donde gracias a Dios me estoy rehabilitando. Te pido que luches con todas tus fuerzas: "se puede y existen los milagros". Lo vas a conseguir: lucha, lucha y no bajes los brazos. Todos estamos con vos y llenos de esperanzas para que te mejores pronto. Que tu familia, amigos y todos los jugadores sepan que, aun en la distancia, estoy con todos ustedes. En mi caso, el amor de mis seres queridos hace que hoy pueda escribirte. Espero que pronto podamos charlar y recordar estos hechos como pruebas que nos puso la vida. Un gran abrazo y toda la fuerza del mundo.
Fernando Cáceres.
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