"Hoy el noble y el villano, el prohombre y el gusano, bailan y se dan la mano sin importarles la facha", canta Joan Manuel Serrat en Fiesta. Nelson Mandela y Louis Luyt, presidente de la Unión sudafricana de rugby, celebraban juntos la victoria de los Springboks frente a los All Blacks de Nueva Zelanda. La final del Mundial de 1995 es el momento culminante del film Invictus, de Clint Eastwood, que se estrenará mañana en Buenos Aires. Tres años después, Mandela ordenaba una investigación en contra de Luyt por supuestas irregularidades administrativas y porque el dirigente se resistía a sumar a los Springboks, bastión de la Sudáfrica blanca, a la nueva realidad del país. El partido de Mandela, el Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés), amenazó con prohibir el ingreso de las selecciones extranjeras que llegaran a Sudáfrica para enfrentar a los Springboks. Luyt resistió la presión. Peor aún, obligó a Mandela a declarar en los tribunales, una afrenta para el presidente del país. Le costó el puesto. [Leer nota completa]
Invictus por Ezequiel Fernández Moores
Publicado por Fernando Candeias en 1:00 p.m. Etiquetas: cine, deportes, periodismo, politica, rugby, video
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