Soberbia y contundente columna de Diego Bonadeo sobre el Diario Olé en Página 12.
Catorce años atrás, una de las publicaciones peor escritas de nuestro país, el diario deportivo Olé, titulaba en tapa “Que se vengan los macacos”, en referencia al partido final de los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996 entre Nigeria y Argentina. Pero semejante obscenidad racista y discriminatoria no mereció ninguna sanción de parte de quienes debían razonablemente tomar cartas en el asunto. Por lo menos se trataba de la apología de una cuasi violencia, que en días previos había tenido su correlato en la semifinal entre Nigeria y Brasil, cuando el eterno relator del régimen que fuere, Marcelo Araujo, suponiendo una final entre Argentina y Brasil, imploró un par de veces durante su narración “ojalá se lesione Ronaldinho”.
Pero volviendo a Olé, con motivo del Mundial de Sudáfrica, el concurso “Goleadores” parece llamar más la atención que el juego en sí o por lo menos que la antesala de los partidos.
Leyendo el reglamento de dicho entretenimiento, uno se encuentra que en el item 2.3 aparece un elemento que forma parte del “juego”. Créase o no, el título del capítulo es “Bidones”. Y el texto explicativo es el siguiente: “El bidón es una funcionalidad que ofrece el juego para absorber puntos de otros equipos. Un Usuario puede aplicar el bidón a un futbolista de otro Usuario y, como consecuencia, absorber el puntaje resultante del futbolista al cual le aplica el bidón”.
Que se lleve a la virtualidad de un concurso uno de los episodios más repugnantes que involucró a las selecciones argentinas en copas del mundo, como fue aquel bidón que el cuerpo técnico comandado por Bilardo en el Mundial de 1990 ofreció con un vomitivo al brasileño Branco, por lo menos ofende a la decencia.
0 Comentarios:
Publicar un comentario