Se crió en el seno de una familia de clase baja, que venía de la pobreza, pero no de la indigencia. De chica se tuvo que acostumbrar más a desear que a tener.
Nacida en Hurlingham, hija de un bancario y de una ama de casa. Quiso ser bailarina y a los 12, trapecista. Se anotó en un circo, pero su papá no le firmó la autorización. Igual, se construyó un trapecio en su casa. Después se le ocurrió ser paracaidista y, más tarde, médica (1). Ganó el Premio Clarin 2008 a la "Mujer de Radio", conduce Siempre Betty [Radio Ciudad - Lunes a viernes de 14 a 17 Hs.] y el año que viene cumple 50 años en la radio.
Betty Elizalde habló con Informate On- Line de la radio, en primera persona.
Betty Elizalde habló con Informate On- Line de la radio, en primera persona.
Por: Betty Elizalde, para Informate On- Line
- ¿Cómo definirías a la radio?
- ¿Cómo definirías a la radio?
- Un gran campo de experimentación de emociones y un bellisimo modo de vida. Eso es la radio para mí. Acá estoy desde los 18 años. Es un lugar donde uno tiene la posibilidad de expresar sus emociones frontalmente y, por otro lado, de informarse, de aprender, de conocer todas las experiencias humanas a través de la vida de los otros, de las respuestas que te da el que te escucha y conocer todo lo que pueda existir en este universo a través de esa posibilidad que te da la radio, de estar con personas con las cuales es muy difícil conectarse si uno no tiene la hermosa posibilidad de hacer este trabajo. Me parece que es eso, en el orden intelectual y en el orden emocional, una experiencia fantástica.
- ¿Cómo escuchas- ves a la radio hoy en día?
- La radio está en permanente movimiento y ebullición. Existen tantas propuestas de radio como personas hay en el mundo, cada uno tiene su idea de qué haría, qué diría y cómo lo haría, con tantísimas posibilidades. Lo que me gusta de la radio es la posibilidad de elegir, de no uniformar el discurso, la propuesta artística... Esa posibilidad de elección, que da la multiplicidad de emisoras, cosa que a veces se hace difícil de encontrar en la banda de FM o de AM por cierta tendencia a uniformarnos, a manejarnos con la actualidad, trabajar en base a la agenda que marca la prensa gráfica, pero es una linda búsqueda... El zapping radial que yo hago es impresionante y siempre uno encuentra algún lugar donde instalarse, donde uno siente que está pasando algo que a uno le interesa. Hay una cantidad de emisoras alternativas donde la gente puede comprar su espacio, llevar su propuesta... es un punto también para discutir; el concepto de radio como una programación, es un concepto que se va perdiendo. Antes había más uniformidad en la programación de una radio, alguien decía: 'esta es la programación que yo voy a poner en el aire', hoy es bastante parcial eso en las emisoras de poderosa tecnología, tienen determinados espacios que son los que cuidan y después tienen otros, no sé si alternativos o que ellos consideran de menor audiencia, donde rematan los espacios y por ahí se pierde la línea de programación de una emisora.
Hay otras que trabajan en base a la venta de sus espacios y entonces la propuesta es muy distinta, no hay un sentido uniforme en cuanto a la propuesta de la programación, pero también da esta posibilidad de tener más opciones, no estar condenado, como pasa con la televisión donde de pronto te sentís expulsado porque la tendencia es a hablar todos de lo mismo, a tener la misma propuesta... La radio eso es mucho más rica porque cada uno tiene un punto de vista diferente, posibilidad de opinión y de programar lo que a uno le interesa, por eso yo digo que hay tantas propuestas de radio como personas existen.
- ¿Qué programa, de la historia o del presente de la radio, uno no puede dejar de conocer?
- No sé si hay un programa en especial... La radio establece un vínculo tan personal, es la gran diferencia con la televisión, que no sé si podría nombrarte uno. Cada uno ha de tener en su cabeza algo: una propuesta de Dolina, un Todo con Afecto de Alejandro Apo, Las siete lunas de Crandall... habría que preguntar un poco a cada uno porqué, cuál es la magia que hace que alguien se enganche con una propuesta o un determinado conductor, es un abismo, una gran incognita nadie sabe porqué, pero se da. Por eso digo que la radio es tan uno a uno, que es difícil pensar en un programa; Por ahí uno puede hablar de determinados programas que en cierto momento cambian la historia de un medio, como podría haber sido el programa de Hugo Guerrero Marthineitz cuando empezó a hacer la tarde de Radio Belgrano. Impuso todo un estilo de conductor único, de un programa de cuatro horas. Todo el mundo, antes de comenzar, lo daba por muerto pensando en que quién iba a escuchar a un conductor cuatro horas seguidas... era imposible sostener en el interés de la audiencia y lo logró. A partir de ahí estableció un modelo y una forma de hacer radio. Hoy día es imposible prender una radio y no encontrarse con el conductor único que tiene tres horas a su cargo. Esos podrían ser ciertos moldes. Hablando de radio moderna por ahí es lo más fuerte que uno puede nombrar.
- ¿Cómo descubriste a la radio?
- Yendo un día a un estudio a participar de un programa de preguntas y respuestas, con las compañeras de la división. Era para estudiantes secundarios. Primero fuí a la radio y saqué todas las entradas para ir al auditorio con la división y participar del concurso. Daban de premio una cierta cantidad de plata y con eso uno podía pensar en las vacaciones o en la despedida de quinto año, no viaje de egresados porque todavía no había. Fuí a anotar a la división y por primera vez entré a un estudio de radio en Splendid, pensando siempre en estudiar medicina que para eso estaba haciendo el Bachillerato... y cuando entré me senté en primera fila, entraron los locutores al estudio grande que tenía Radio Splendid y... no sé... ahí se produjo un click, algo muy mágico... los escuché hablar, gente que yo escuchaba desde mi casa por supuesto, y dije: 'Yo voy a ser locutora'. Es muy extraño como surge a veces una vocación ¿no?
- ¿Un hombre de radio?
- Afortunadamente hay un grupo bastante interesante, no podría elegir uno. Hay un grupo de notables que son muy representativos del mundo de la radio, personas que ya tienen una grandísima experiencia, que están muy metidos en la cabeza y el corazón de la gente, podría ser: (Antonio) Carrizo, Héctor Larrea, (Alejandro) Dolina, Alejandro Apo, Fernando Peña... Fernando Bravo. Son personas muy del riñón de la radio, esencialmente hombres de radio y también chicos jóvenes, toda esta nueva generación, que comenzaron haciendo radio y que sienten un profundo cariño por ella. El caso de Sebastián Wainraich, Fernando Peña, Mario Pergolini, que es un loco de la radio; Di Natale, De La Puente... ya ahora son de edad madura, pero fueron los jóvenes revolucionarios de la radio, Bobby Flores también... Lalo Mir...
- ¿Una mujer de radio?
- Desdichadamente podemos hablar de muchísimos hombres y cuando tenemos que hablar de mujeres tenemos que hacer un esfuerzo. Yo provengo de un tiempo, lo decía el otro día Bobby Flores en el programa, en el que las mujeres teníamos mucha presencia en el dial. Bobby decía: 'Yo puedo hablar de mi amor a la radio a partir de haber escuchado a mujeres'. Primero fue la etapa de: Beba Vignola, de Rina Morán, después vinimos las Bettys, Noras y Gracielas... en fin unas cuantas mujeres que estuvimos ahí, en primera línea. Luego la mujer, en general, entró en un segundo plano en la radio. Hoy en día cuesta mucho, no porque no haya mujeres haciendo algunas cosas, pero están siempre en segundo plano. Es difícil encontrarlas al frente de su propio programa, con su propia propuesta, por eso nombramos tal cantidad de hombres y nos cuesta encontrar mujeres en la radio ¿no? Podemos nombrar a La Negra (Vernaci), desde luego; Magdalena... con una propuesta muy acotada que es el mundo periodístico- político, ya es muy específico lo que ella eso, pero bueno. Después tenemos a Julieta Pink, que está con Sebastián Wainraich, pero todavía sin su propio programa, sin su propia propuesta. En general muchas que son buenas, se destacan al lado de un gran conductor, ni siquiera como co- conductoras, no sé porqué pasa ese fenómeno, pero se está dando desde hace bastante tiempo, como que las mujeres, en general, hemos involucionado en la radio.
- ¿Qué le falta a la radio hoy en día?
- Yo no encuentro que le falte nada, posiblmente por esta búsqueda que yo hago... como no me quedo sujeta a ninguna radio, conductor, conductora o lo que fuere... pero no siento que le falte, me parece por ahí que le sobra periodismo, todos nos hemos convertido en periodistas en la radio y se descuida mucho todo el aspecto de entretenimiento, de la prolijidad en la puesta en el aire, todo es bastante sucio, "pongo un disco, lo corto donde quiero, donde se me canta', 'hablo encima del cantante"... Cometemos errores garrafales porque si vos hablás cuando el otro está cantando son dos voces que se superponen en un medio que impide que se entienda qué dicen dos personas hablando al mismo tiempo, una regla elemental de la radio. Hay un descuido muy grande en cuanto a la puesta en el aire, todo porque queremos la radio en función de hablar, de hablar, de hablar... y nos olvidamos que el encanto mayor de la radio es el manejo del silencio, como en la música. A veces es mucho más poderoso lo que uno quiere decir cuando se caya que cuando habla, tal vez represente algo que está pasando en la vida cotidiana que es el horror al silencio ¿no? Por eso estamos llenos de aparatos, de celulares en la calle, de apagar el celular y ponerse los auriculares para escuchar la radio, la televisión, la computadora, You tube... Todo es ruido y no hay tiempo para.... (silencio), hay horror al silencio. Me parece que es uno de los problemas mayores que enfrentamos, porque es muy enloquecedor. No se puede vivir sin el silencio, porque matás hasta la música, gran parte del arte de hacer música respetable es saber manejar los silencios. Nadie puede enseñarte, con precisión, cómo manejar el silencio; Sí la palabra, pero el silencio es un misterio, algo mágico, es más bien orgánico, sale de las víceras, marca un tiempo, tiene un ritmo y a la radio le faltan un poco de silencios...
- ¿Un recuerdo de la radio?
- Guardo historias, datos históricos, anécdotas vivídas a través de todas estas décadas en la radio (casi 5)... Pero no me pegan emocionalmente, son datos históricos, eso es todo... Me parece más interesante, siempre, lo que uno puede hacer en la radio dentro de un rato.
- ¿Un recuerdo de la radio?
- Guardo historias, datos históricos, anécdotas vivídas a través de todas estas décadas en la radio (casi 5)... Pero no me pegan emocionalmente, son datos históricos, eso es todo... Me parece más interesante, siempre, lo que uno puede hacer en la radio dentro de un rato.
La radio en primera persona - Betty Elizalde
Foto: Crisfer (Flickr)
(1) LAMAZARES, Silvina. Betty Elizalde: "De chica me agarraba a las trompadas". Diario Clarín, Diciembre, 2008. Disponible aquí.
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