Hoy en "La mañana de Cooperativa" [Radio Cooperativa de 9 a 11:30 Hs.], conducida por Pablo Caruso y con Adrian Amodio, Martín Cigna y Fernando Candeias como columnistas; Nilda Gómez, madre de Mariano Alexis Benítez, recordó el momento en el que se enteró de la tragedia de Once y cómo fueron esos momentos.
Aquí dejamos parte de la entrevista, un relato que denota mucha angustia, pero sobre todo una profunda entereza.
Aquí dejamos parte de la entrevista, un relato que denota mucha angustia, pero sobre todo una profunda entereza.
Nilda Gómez - La mañana de Cooperativa
Por: Nilda Gómez
Mariano estaba preparándose para ir a Mar de Ajó con nosotros, ibamos a pasar la Navidad con familia: mi mamá, mi hermano, las primas de Mariano, mi hija Carolina, que estaba en pareja, se quedaba. Mariano a las tres de la tarde decide quedarse porque tenía unas entradas para el recital y no hubo forma de decirle que nos acompañará, además se quedaba con su hermana así también ella no se quedaba sóla, eso también le llevó a ella un estress post- traumático que aún padece.
Nos fuimos a las tres de la tarde... aún siento el beso de Mariano en la mejilla, un abrazo... "cuidate mamá, no vayan rápido, miren que tienen tiempo"... yo también les dije que se cuiden, que cualquier cosa me llamen. Nos fuimos... porque mi mamá nos estaba esperando en la costa. Cuando llegamos allá, al poquito tiempo que nos habíamos acostado nos llama la jefa de Mariano, él trabajaba en la Secretaría de Educación de José C. Paz, y me dice: "Nilda hubo un accidente en el lugar a donde fue al recital Mariano", yo le contesto que no puede ser. Bajé corriendo, prendí la tele y cuando leo ví que ya había 9 muertos. Fue una locura, salir corriendo para Buenos Aires, prender la radio del auto y escuchar toda la descripción de un espectáculo dantesco... y apagar la radio, y rezarle a San Expedito, yo creo que pobre San Expedito no tuvo tiempo porque cuando yo me enteré creo que ya era tarde, que ya había pasado lo peor para Mariano.
Carolina sale a buscarlo con su novio, los amigos de Mariano que no habían podido ir al recital con él, los primos, mis cuñados y no lo encontraban por ningún lado. Nosotros llegamos, nos unimos en la búsqueda y no había forma, no estaba en los hospitales, no estaba en ningún lado y después fue un desastre, nadie te daba indicaciones de nada... y encontramos en el Duran una lista, en una puerta, que decía Alexis Mariano Benítez y yo discutía que no, que era Mariano Alexis Benítez, entonces fue Carolina la que entró, la que tuvo que limpiar la carita de todos los chicos que estaban apilados, que eran un montón, tirados en el piso, como las imagenes que se muestran; los médicos se agarraban la cabeza sin saber qué hacer porque no tenían qué hacer, porque no tenían con qué hacer...
Caro fue limpiando la cara de los chicos hasta encontrar a su hermano y yo todavía sigo diciendo que no pasó, que esto fue un sueño... y así pasa el tiempo. Estoy clavada en el 30 de diciembre de 2004 y lo único que espero es despertarme y encontrarme otra vez con mi hijo. Todas las mañanas cuando me levanto de la cama, salgo de mi habitación cruzo el pasillo abro la puerta de la habitación de él y miro, la cama está intacta... bueno no importa hoy sigue el sueño, mañana seguro que me voy a despertar... y así paso los días, viviendo el hoy y nada más que el hoy, sin proyectos, sin planes, sin nada porque sólo es hoy y el afán de que esto haya sido sólo un sueño y que realmente me voy a encontrar con un sueño.
Mariano estaba preparándose para ir a Mar de Ajó con nosotros, ibamos a pasar la Navidad con familia: mi mamá, mi hermano, las primas de Mariano, mi hija Carolina, que estaba en pareja, se quedaba. Mariano a las tres de la tarde decide quedarse porque tenía unas entradas para el recital y no hubo forma de decirle que nos acompañará, además se quedaba con su hermana así también ella no se quedaba sóla, eso también le llevó a ella un estress post- traumático que aún padece.
Nos fuimos a las tres de la tarde... aún siento el beso de Mariano en la mejilla, un abrazo... "cuidate mamá, no vayan rápido, miren que tienen tiempo"... yo también les dije que se cuiden, que cualquier cosa me llamen. Nos fuimos... porque mi mamá nos estaba esperando en la costa. Cuando llegamos allá, al poquito tiempo que nos habíamos acostado nos llama la jefa de Mariano, él trabajaba en la Secretaría de Educación de José C. Paz, y me dice: "Nilda hubo un accidente en el lugar a donde fue al recital Mariano", yo le contesto que no puede ser. Bajé corriendo, prendí la tele y cuando leo ví que ya había 9 muertos. Fue una locura, salir corriendo para Buenos Aires, prender la radio del auto y escuchar toda la descripción de un espectáculo dantesco... y apagar la radio, y rezarle a San Expedito, yo creo que pobre San Expedito no tuvo tiempo porque cuando yo me enteré creo que ya era tarde, que ya había pasado lo peor para Mariano.
Carolina sale a buscarlo con su novio, los amigos de Mariano que no habían podido ir al recital con él, los primos, mis cuñados y no lo encontraban por ningún lado. Nosotros llegamos, nos unimos en la búsqueda y no había forma, no estaba en los hospitales, no estaba en ningún lado y después fue un desastre, nadie te daba indicaciones de nada... y encontramos en el Duran una lista, en una puerta, que decía Alexis Mariano Benítez y yo discutía que no, que era Mariano Alexis Benítez, entonces fue Carolina la que entró, la que tuvo que limpiar la carita de todos los chicos que estaban apilados, que eran un montón, tirados en el piso, como las imagenes que se muestran; los médicos se agarraban la cabeza sin saber qué hacer porque no tenían qué hacer, porque no tenían con qué hacer...
Caro fue limpiando la cara de los chicos hasta encontrar a su hermano y yo todavía sigo diciendo que no pasó, que esto fue un sueño... y así pasa el tiempo. Estoy clavada en el 30 de diciembre de 2004 y lo único que espero es despertarme y encontrarme otra vez con mi hijo. Todas las mañanas cuando me levanto de la cama, salgo de mi habitación cruzo el pasillo abro la puerta de la habitación de él y miro, la cama está intacta... bueno no importa hoy sigue el sueño, mañana seguro que me voy a despertar... y así paso los días, viviendo el hoy y nada más que el hoy, sin proyectos, sin planes, sin nada porque sólo es hoy y el afán de que esto haya sido sólo un sueño y que realmente me voy a encontrar con un sueño.
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