Escritor, músico y conductor de radio y televisión. Nació en Baigorrita, provincia de Buenos Aires y se crió en Caseros. A principios de los 70 arrancó su carrera en publicidad, publicó artículos en la revista Satiricón y Humor.
En 1983, con el advenimiento de la democracia, comenzó a conducir "Demasiado tarde para lágrimas" por Radio El Mundo, luego, ese mismo programa, pasó por Radio Rivadavia y luego por Viva FM, donde cambió su nombre, "El ombligo del mundo". Luego pasó a FM Tango como "La venganza será terrible". Dicho programa también formó parte de la programación de Radio Continental, Radio Del plata y hoy por hoy es parte de Radio 10.
El Negro, como lo apodan sus íntimos, dialogó con Informate On- Line y contestó las preguntas de "la radio en primera persona".
Por: Alejandro Dolina, para Informate On- Line
- ¿Cómo definirías a la radio?
- Yo trataría de no definirla, al menos en una pregunta. La definiría torpemente. Todos sabemos lo que es la radio. En una pregunta como la bolsa o la vida debo resignar esta posibilidad, no tengo nada nuevo para decir, no tengo ninguna respuesta académica a mano ni tengo ninguna visión personal que venga a controvertir la idea que de la radio se tiene de manera que es preferible que no diga nada.
- ¿Qué es la radio en tu vida?
- En mi vida la radio es una presencia muy venturosa, es la puerta de entrada a mi vida profesional, aunque no a mi vida artística. Quiero decir que yo no me preparé para hacer radio, no soy un estudiante de radio ni tenía pensando, cuando diseñaba mis sueños, ser un hombre de radio. Pero la radio fue hospitalaria conmigo y utilizó mis habilidades, que me parece que no son radiales, que son mas bien narrativas y musicales; y me permitió desarrollar una especie de combinación de ambas pequeñas destrezas que vinieron a dar en este programa que hacemos nosotros (La venganza será terrible), que no cumple con todos los códigos de la radio, sino solamente con algunos.
- ¿Cómo escuchas- ves a la radio hoy en día?
- Yo creo que como siempre... no noto ninguna cosa especial que haya ocurrido en los últimos tiempos. La radio me parece que es mejor que la televisión, pero siempre fue así, por razones, incluso, hasta económicas ya que la radio es más barata, las inversiones no son tan grandes y no hay tantas urgencias por recuperarlas, de manera que se puede apostar muchas veces a la complejidad, a la audacia o a la heterodoxia cosa que en la televisión no puede hacerse. Hay mucho más coraje en la radio simplemente porque sale más barato.
- ¿Qué programa, de la historia o del presente de la radio, uno no puede dejar de conocer?
- No me parece que haya un programa en la historia de la radio que sea muy superior a todos, más ahora que son todos muy parecidos. La radio se ha convertido en una cuestión periodística unicamente, en una difusora de noticias, la radio artística ha desaparecido. No hay demasiadas sorpresas en ese sentido. La radio ofrece, a diferencia de la televisión, una gran presencia de la palabra, del razonamiento y garantiza una mayor complejidad, pero también ha resignado algunos lugares que ocupaba cuando yo era chico. El arte de programas musicales, de radioteatros, incluso la radio que se siguió haciendo en las emisoras del estado (Radio Nacional, Radio Municipal), con programas científicos, antropológicos, artísticos o experimentales, está en retirada evidentemente.
- ¿Cómo descubriste la radio?
- Yo no la descubrí, la radio estaba allí, en mi familia. Era una presencia incluso más importante que hoy porque la televisión no tenía tanto poder.
- ¿Un hombre de radio?
- Antonio Carrizo.
- ¿Una mujer de radio?
- Rina Morán.
- ¿Qué le falta a la radio hoy en día?
- No creo que le falte nada en especial, en general la radio que escuchamos está en perfecta sintonía con el mundo en que vivimos, no es ni mejor ni peor. Me parece más noble que la televisión, pero no me parece que le falte ni que le sobre nada. Si esta pregunta fuese contestada desde mi condición de oyente ciertamente le falta complejidad, le falta arte.
- ¿Un recuerdo de la radio?
- No podría elegir ninguno. Aunque tengo muchísimos. La mayoría son de este lado del micrófono, no como oyente sino como trabajador de la radio. Yo he conocido mucha gente a través de la radio: (Jorge Luis) Borges, (Adolfo) Bioy Casares, personas que yo conocí, después tuve, en algunos casos la posibilidad de tratarlos en otras no, pero gracias a la radio o a mi vinculación con ella.
En 1983, con el advenimiento de la democracia, comenzó a conducir "Demasiado tarde para lágrimas" por Radio El Mundo, luego, ese mismo programa, pasó por Radio Rivadavia y luego por Viva FM, donde cambió su nombre, "El ombligo del mundo". Luego pasó a FM Tango como "La venganza será terrible". Dicho programa también formó parte de la programación de Radio Continental, Radio Del plata y hoy por hoy es parte de Radio 10.
El Negro, como lo apodan sus íntimos, dialogó con Informate On- Line y contestó las preguntas de "la radio en primera persona".
Por: Alejandro Dolina, para Informate On- Line
- ¿Cómo definirías a la radio?
- Yo trataría de no definirla, al menos en una pregunta. La definiría torpemente. Todos sabemos lo que es la radio. En una pregunta como la bolsa o la vida debo resignar esta posibilidad, no tengo nada nuevo para decir, no tengo ninguna respuesta académica a mano ni tengo ninguna visión personal que venga a controvertir la idea que de la radio se tiene de manera que es preferible que no diga nada.
- ¿Qué es la radio en tu vida?
- En mi vida la radio es una presencia muy venturosa, es la puerta de entrada a mi vida profesional, aunque no a mi vida artística. Quiero decir que yo no me preparé para hacer radio, no soy un estudiante de radio ni tenía pensando, cuando diseñaba mis sueños, ser un hombre de radio. Pero la radio fue hospitalaria conmigo y utilizó mis habilidades, que me parece que no son radiales, que son mas bien narrativas y musicales; y me permitió desarrollar una especie de combinación de ambas pequeñas destrezas que vinieron a dar en este programa que hacemos nosotros (La venganza será terrible), que no cumple con todos los códigos de la radio, sino solamente con algunos.
- ¿Cómo escuchas- ves a la radio hoy en día?
- Yo creo que como siempre... no noto ninguna cosa especial que haya ocurrido en los últimos tiempos. La radio me parece que es mejor que la televisión, pero siempre fue así, por razones, incluso, hasta económicas ya que la radio es más barata, las inversiones no son tan grandes y no hay tantas urgencias por recuperarlas, de manera que se puede apostar muchas veces a la complejidad, a la audacia o a la heterodoxia cosa que en la televisión no puede hacerse. Hay mucho más coraje en la radio simplemente porque sale más barato.
- ¿Qué programa, de la historia o del presente de la radio, uno no puede dejar de conocer?
- No me parece que haya un programa en la historia de la radio que sea muy superior a todos, más ahora que son todos muy parecidos. La radio se ha convertido en una cuestión periodística unicamente, en una difusora de noticias, la radio artística ha desaparecido. No hay demasiadas sorpresas en ese sentido. La radio ofrece, a diferencia de la televisión, una gran presencia de la palabra, del razonamiento y garantiza una mayor complejidad, pero también ha resignado algunos lugares que ocupaba cuando yo era chico. El arte de programas musicales, de radioteatros, incluso la radio que se siguió haciendo en las emisoras del estado (Radio Nacional, Radio Municipal), con programas científicos, antropológicos, artísticos o experimentales, está en retirada evidentemente.
- ¿Cómo descubriste la radio?
- Yo no la descubrí, la radio estaba allí, en mi familia. Era una presencia incluso más importante que hoy porque la televisión no tenía tanto poder.
- ¿Un hombre de radio?
- Antonio Carrizo.
- ¿Una mujer de radio?
- Rina Morán.
- ¿Qué le falta a la radio hoy en día?
- No creo que le falte nada en especial, en general la radio que escuchamos está en perfecta sintonía con el mundo en que vivimos, no es ni mejor ni peor. Me parece más noble que la televisión, pero no me parece que le falte ni que le sobre nada. Si esta pregunta fuese contestada desde mi condición de oyente ciertamente le falta complejidad, le falta arte.
- ¿Un recuerdo de la radio?
- No podría elegir ninguno. Aunque tengo muchísimos. La mayoría son de este lado del micrófono, no como oyente sino como trabajador de la radio. Yo he conocido mucha gente a través de la radio: (Jorge Luis) Borges, (Adolfo) Bioy Casares, personas que yo conocí, después tuve, en algunos casos la posibilidad de tratarlos en otras no, pero gracias a la radio o a mi vinculación con ella.
Alejandro Dolina - La radio en primera persona
0 Comentarios:
Publicar un comentario