Por: Diego Sucalesca desde Pretoria
La primera sensación de cómo se están viviendo estos últimos días, antes del inicio de la Copa del Mundo, en Sudáfrica me llegó del título de la tapa de la revista que estaba en el bolsillo de la butaca del avión de South African Airways: “COUNTDOWN” (cuenta regresiva), rezaba. Y la verdad es que así parece estar todo por acá.
Rutas y autopistas sin terminar; Problemas con las comunicaciones, son algunas de las muestras de que no todo está listo todavía. La posada en la que me alojo, ubicada a solo tres cuadras de la Universidad de Pretoria donde en días más lo hará la selección argentina, no es la excepción. Mientras escribo estas líneas un hombre de color pone a punto las instalaciones del lugar, al ritmo de una melodía silbada que –sin dudas- es de origen africana. Porque aunque hay quienes se empeñen en señalar que “Sudáfrica no es Africa”, su paisaje, sus etnias, su gente y sus 11 lenguas oficiales parecen querer mostrarnos otra cosa.
Por ahora, parece increíble que en poco más de una semana va a tener lugar uno de los eventos deportivos más importantes y esperados del planeta: el Mundial de Fútbol. Para quienes no tengan muy claro de qué estamos hablando, aquí van algunos números: 10 estadios de primera clase, 32 seleccionados de fútbol, 64 partidos, más de 800.000 visitantes, según se augura, y millones de televidentes en todo el Planeta Tierra. Sin embargo, aún predominan los preparativos, la espera y una calma que, por momentos, altera. A menos que el cosquilleo sólo sea mío…
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